Febrero 1, 2011
Querida niña,
A ti te escribo esta carta para preguntarte qué pasa por tu mente, qué te molesta? Te he visto molesta y no me gusta verte así. Claro que entiendo, tienes mucha presión sobre tus hombros, pero dime en qué te puedo ayudar?
Yo se que eres un ser que se preocupa por el pasado, el presente y el futuro pero déjame decirte y recordarte quien eres y qué importa.
Déjame decirte, cuando te conocí eras una niña con una mente ágil y consciente, consciente de la realidad. Hiciste de tu pasado un futuro y te suplico que esas cosas que te molestaron las dejes atrás. Ahora que vives el presente se que lo haces con intensidad, con una energía que desearía transformar el mundo para gozar de esa libertad, esa libertad con la cual todos nacimos pero que a todos nos pusieron un precio por ella y tu lo has sabido pagar.
Por el presente estás haciendo lo que necesitas hacer y más pronto de lo que te imaginas todo caerá en su lugar y te darás cuenta de que con un poco menos de estrés todo habría salido igual. Por eso no te preocupes, recuerda que solo hay un tanto que puedes controlar, lo demás déjalo a la energía arrebatadora de la vida y ella lo resolverá.
El futuro, qué es el futuro, el futuro es el producto del presente y aunque es importante no tiene sentido si el presente no se maneja con lealtad. Así que te digo mi niña, date tiempo para pensar y analizar, tiempo para separar lo que te sirve de lo que no te sirve, lo que puedes y no puedes cambiar. Dedícate a seguir tus principios y que no se te olvide concordar tus acciones con tus palabras para poder facilitar ese camino hacia el objetivo que necesitas fijar.
Por lo tanto mi niña, déjame decirte que te amo intensamente y que conmigo puedes contar. Soy un poco frío y no te lo digo tantas veces como lo quisieras escuchar pero eres un ser dulce y a quien no puedo más que admirar por ese coraje que llevas en las venas y ese afán de crear. Si sé que tan difícil es aceptar, primero a uno mismo y después a los demás pero vas por buen camino y lo lograrás.
Así que dime en que te puedo ayudar?
Sinceramente,
Ѽ
Yo. Tu otro yo.
Respuesta:
Gracias Querido otro yo,
Puedo decirte que con el solo hecho de recibir tu carta mi mente se ha vuelto a aunar a mi cuerpo. Por ahora no hay nada en que me puedas ayudar más que en darme espacio y apoyo, eso es todo lo que necesito puesto que me siento un poco acorralada, acorralada con mis propios pensamientos y deseos de transformar.
Es difícil adquirir el espacio que necesito puesto que casi nadie lo puede comprender y además la mayoría vive una realidad mas allá de lo que yo puedo razonar. Así que si no te molesta, déjame pensar, permíteme clarificar conmigo misma lo que tiene prioridad.
Cuando esté lista te escribiré para poder dialogar, quizás acerca de los planes futuros para poder soñar juntos y rescatar de cada momento una enseñanza ideal.
Hasta pronto,
Ϡ
Yo.
Tuesday, February 15, 2011
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