Friday, July 1, 2011

El Cuento del Duendecillo.

En este viaje nos hemos encontrando con diversos tipos de gente y razas. Es impresionante ver como el mundo esta atado por un mismo cordón pero tan separado por varios motivos. Uno de ellos la religión, un tema casi imposible de tocar en cualquier conversación y además bastante privado puesto que las creencias religiosas van mas allá de una alabanza o imagen pero un estilo de vida que a veces no es representativo de la religión que se dice profesar.
No hablaré de la religión que yo profeso porque es, como lo dije, algo personal y difícil de entender. Sin embargo quiero compartir con ustedes mi poema favorito desde la niñez, para mi este poema me recuerda, cuando viajo montada en mi motocicleta, que en este mundo hay más amor que maldad, sin duda alguna!!! Además independientemente de la religión ese es el propósito, crear amor no maldad.
Dedico este poema a mi tío Guillermo y a mi tía Rosi de Panamá, no tuvimos el suficiente tiempo para que recitara el poema para ustedes pero aquí se los dejo con mucho cariño y el cariño de mi familia, de mi madre especialmente que sé que está agradecida con ustedes por habernos recibido con los brazos abiertos, por haber confiado en nosotros y haber compartido su mundo con estos dos niños aventureros que por el momento no tienen un techo fijo cada día.


-El Cuento del Duendecillo-

Ustedes saben por qué
El diablo se quedó calvo?
Seguro dirán que no.

Voy a contarles la historia
Que un duendecillo travieso
En una noche de luna
En la fuente me contó.

Hace ya millones de años…
Cuando Dios el mundo creó
En el palacio divino
Un ángel se reveló.

Luzbel era su nombre
Era hermoso como un sol,
Y su bella cabellera
De un grandioso resplandor.

Como ustedes ya saben
Dios su reino le entregó:
El reino de la maldad,
Del crimen, odio y rencor.

Pasaron años y años
Este mundo se habitó
Luzbel pensó la forma
De disgustar al Señor.

Su cabellera de oro
Su cabellera de estrella
No permitía ver nada
Por el brillo que tuviera.

Sabiendo lo que pasaba
El se interpuso en la tierra
Y Dios no podía ver
Lo que en ella sucedía.

Guerras, crímenes y robos
Se desatan en cadena,
El Señor pensó la forma
De resolver el problema.

“Por cada crimen en el mundo
Un cabello perderás
Así yo podré saber
Quién es el que peca más”.

Pero pasaron los días
Y el resplandor era igual,
“Si el crimen no es suficiente
El robo si lo será”.

“Por cada robo en el mundo
Un cabello perderás”
Y Dios miró consternado
Que el resplandor era igual.

Después de intentar mil cosas
Dios se puso a cavilar,
“Si el mal no es suficiente
El bien tal vez lo será”.

El Señor rey de los cielos
A Luzbel se dirigió,
Con voz serena y profunda
Esta sentencia dictó.

“Por cada beso que se brinden
Los amantes en la tierra
Luzbel perderá un cabello
De su hermosa cabellera”.

La frase no terminó
Pues en menos
De un segundo
Luzbel calvo se quedó.

Ya han comprendido amigos
Que el bien triunfa sobre el mal
Que el cuento del duendecillo
No explica la verdad:
Que el mundo en el que vivimos
Hay más amor que maldad,
Que Dios reinará por siempre
Por toda la eternidad!

EMMA MENDOZA DOMINGUEZ.

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