Wednesday, August 17, 2011

El egoísmo de mi temor… El ego de mi ser existe.

El temor es egoísmo, es pensar que solo afecta al individuo que siente temor.

Paralizada por el temor pienso que soy el único ser en este mundo en una burbuja en la cual solo existo yo y el temor. Esa burbuja está llena de yo, yo, yo y nadie más que yo. La burbuja en cierto modo es cómoda pues solo tengo que pensar en mí. Qué pasa cuando la burbuja es tan grande que el tiempo se detiene y uno se detiene sin poder seguir mientras que los otros avanzan kilómetros y esperan allá pensando si todo estará bien? Pero qué importa?, que esperen… si solo existo yo.

No es así, no solo existo yo. Lo sé, pero cuando la burbuja me atrapa es difícil salir. Reconozco cuando estoy inmersa en ella que no solo existo yo y trato de romperla. Esa mañana y esa tarde luché con intensidad para salir de ella. No estuve sola, alguien me hablaba del otro lado de la burbuja explicándome lógicamente como utilizar los recursos que tengo conmigo para vencer el camino. Aún así tomó tiempo y no solo eso pero también me di cuenta que el ego de mi ser hablaba en mi representación y que duro es darse cuenta que el ego esta ahí, atrapado conmigo en la burbuja y que para salir de ella el ego se daña.

Aquí tienen un ejemplo más cercano a lo que pasó en realidad:
Paralizada en el camino me encontré una roca de 5 centímetros y paré, con temor a pasar encima de ella apagué mi motocicleta y me puse a “meditar” en mi burbuja: -Cómo pasaré esta roca?, no puedo, es enorme, me estoy acostumbrando a mi nueva cadena y piñones… (Recuerden que no es la primera vez que recorro este tipo de caminos pero tampoco la primera vez que me encuentro paralizada, esto ocurre cada 3 meses aproximadamente)… Claro solo importo yo en esta burbuja así que Brian regresó a ver que sucedía y sin afán de molestarme trató de alentarme para que yo misma pudiera rodar sobre esa “montaña”, pero mi respuesta fue la misma: -No puedo. Qué pasó entonces? Mi ego no reconocía que mi temor estaba deteniéndome y mi egoísmo permitió que un ser amado saliera dañado con la situación. Dañado? Sí, dañado porque en ese momento él tuvo que dejar su motocicleta para montar la mía y vencer el “obstáculo”, un obstáculo que no existía y que aunque ese ser esta ahí para apoyarme no tiene por que sufrir las consecuencias de mis inaptitudes.

Ego es muy interesante, encuentra una excusa para todo y no le gusta ser retado. Ego puede acabar con la voluntad del ser si este convence a uno de que no existe nadie más el mundo con tanta importancia más que uno. Este ego del que les hablo seguramente ha vivido ahí por muchos años y en ocasiones se hace tan grande que ciega a uno, porque uno lo permite. Sin embargo aunque ego haya vivido ahí, qué espacio deseo darle? Esa mañana, esa tarde el espacio que ego ocupaba era más grande de lo necesario pero nuevamente temor y ego fueron puestos en el rincón de “Tareas” para que yo, mi motocicleta, mi esposo y mis amigos pudiéramos seguir adelante, disfrutando de las hermosas vistas que la naturaleza nos ofrecía y de la gente amable que preocupada al verme paralizada preguntaban si todo estaba bien?

Más adelante, el viento… el viento era tan fuerte que me transportaba de un carril a otro. Temor seguía ahí pero yo decidí hacer todo lo posible por no dejarlo invadirme y le recordé que teníamos una “Tarea” que en el momento no tenía tiempo para él pero que pronto estaríamos juntos en el Salón de Juntas para platicar…




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